PUCHERO DE PENCAS E HINOJOS: Con el aroma de la montaña y el sabor de la cocina de siempre, constituye una de nuestras joyas culinarias,basado en los brotes frescos de hinojo, que recogemos en el campo antes de que el calor los endurezca y los agoste; y en las pencas, una especie de cardos muy peculiar de La Alpujarra. Un plato muy aromático, con un dulce sabor anisado, que contrasta con la contundencia del resto de sus ingredientes. Se cuecen en una olla judías secas, alegrada con hueso, pata, oreja, espinazo, rabo y tocino de cerdo. A ella se añaden pencas, previamente frotadas con sal para quitarles el amargor, la patata y los hinojos; y para terminar, la morcilla y el arroz. Al cabo de tres horas estará listo para comer.
MIGAS CON ENGAÑIFA: Sencilla, rica y barata, cumple todos lo requisitos para ser un plato exquisito. Harina de sémola de trigo, ajos fritos, aceite de oliva, una buena sartén en la lumbre, y mucho arte para menearlas, son suficientes para elaborarlas. El color lo dan los pimientos frescos fritos, el pimiento seco tostado, el molío, la cebolla asada, el bacalao crudo migado, la sardina, el melón, el gazpacho de pepino, el rábano, el tomate seco frito, la uva, la longaniza y el tocinillo frito. Toda una sinfonía de sabores.
ASADURA: Plato muy de la tierra realizado con las entrañas del cerdo: los pulmones, el hígado y el corazón. Guiso propio de los días de matanza, hoy se sigue haciendo sin buscar ningún pretexto. Este 70 plato tiene la particularidad de ser tan rico que aunque no te guste la asadura, el pan mojado en la salsa de cebolla, pimienta y pimientos secos cocidos, será suficiente para quedar satisfecho. Eso sí, acompañado de un buen vino de la tierra.
ARROZ LIBERAL:Arroz caldoso, picante y muy caliente, se le llama liberal porque lo hacían los cazadores cuando salían al monte y cada uno según su gusto aportaba los ingredientes que se le ocurría llevar. Lleva almendras fritas, mucha pimienta, la asadura de los animales y ajos fritos y crudos, todo ello triturado y añadido a la carne previamente frita, de caza: conejo, codorniz, tórtola y paloma. Se deja cocer todo con mucho caldo y se le añade un poco de arroz cuando ya está prácticamente terminado.
MOLÍO: Las aceitunas verdes o negras del terreno, una vez partidas se introducen en agua con sal. Este agua se va cambiando prácticamente a diario hasta que deja de ponerse oscura, momento en que se añade a las aceitunas hinojo, ajos, laurel y cáscara de naranja. La base del molío son aceitunas negras partidas que se condimentan con una salsa elaborada con pimientos y tomates secos fritos, ajos asados,bacalao menudo, cebolla fina cruda y aceite de oliva.
EMBUTIDO: Con los productos del cerdo se elaboran todo tipo de embutidos en las empresas cárnicas de Ugíjar, que tienen su origen en la matanza tradicional. La morcilla, la longaniza, el salchichón, el chorizo, la butifarra, etc… Todos ellos curados en el frío seco y puro de nuestra tierra.
El JAMÓN es sin duda el producto más internacional y conocido de nuestra comarca. Sus innumerables propiedades beneficiosas para la salud, además de su inconfundible sabor, hacen de él una de nuestras joyas gastronómicas.
Nuestra MIEL. Un placer dulce y saludable garantizado por su pureza, sabor y exclusividad, que sigue el proceso de producción artesanal y tradicional.
Nuestros DULCES DE ARCA. Soplillos de almendra, calabaza y boniato endulzado, roscos blancos y de aceite, garbanzos tostados, yemas, turrón de miel, bizcochos; todos, elaborados de manera artesanal, con recetas de herencia morisca, que varias sagas familiares llevan de fiesta en fiesta por los pueblos perdidos de La Alpujarra.
Nuestros VINOS de la tierra Contraviesa Alpujarra y de Denominación de Origen Vino de calidad de Granada, elaborados para acompañar a esta rica gastronomía.
El ACEITE DE OLIVA VIRGEN de la variedad lechín, producidos en almazaras locales, ideal para hacer que la gastronomía alcance todo su sabor.
DULCES DE SEMANA SANTA. Roscos fritos, torrijas, arroz con leche, cañas, pestiños, buñuelos, papajotes, borrachillos, galletas fritas y el inconfundible hornazo llenan nuestras mesas en tiempo de pascua con el saber hacer de siempre.
El PAN. Aunque hoy en día el molino artesanal ha desaparecido y con él el oficio de molinero, nuestro pan, gracias a nuestros excelentes profesionales sigue teniendo el aroma y el sabor inconfundible “de pueblo”, recién hecho y variado.
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